El vermut está viviendo una segunda juventud, pero en La Vasca nunca dejó de ser una costumbre sagrada. La barra, los pintxos, el ambiente del aperitivo y ese primer sorbo que lo cambia todo. Si buscas vermut en Palma, aquí lo encuentras tal como debe ser: cercano, sabroso y sin complicaciones.
La hora del vermut es más que un momento antes de comer. Es un ritual compartido. Es reunirse, picar algo rico y empezar el día con buen ritmo.
El vermut, servido como toca
En La Vasca lo cuidamos: frío, equilibrado y acompañado de lo justo para realzar sus aromas. Cada vaso llega a la mesa para que el primer sorbo marque el inicio del aperitivo.
Y para quienes buscan un punto más fresco y amable, solemos recomendar El Bandarra, que encaja a la perfección con el ritmo de la casa. Un vermut expresivo y sencillo de beber, ideal para acompañar pintxos.
Los bocados que mejor funcionan con el vermut
Nuestra carta está pensada para compartir, para picar y para dejarte llevar entre bocado y conversación. Para la hora del vermut, funcionan especialmente bien algunos imprescindibles:
- Gilda clásica: Salina, intensa y directa. El pintxo que abre el apetito como ninguno.
- Boquerones aliñados: Frescos, equilibrados y con ese punto ácido que hace que el vermut entre solo.
- Croquetas caseras (variado): Crujientes por fuera, cremosas por dentro. Ideales para compartir sin pensarlo dos veces.
- Torreznos de Soria bien fritos: Potentes, crujientes y perfectos para quienes buscan algo con carácter.
- Tosta de pulpo con alioli y pimentón: Sabor, textura y un toque ahumado que combina de maravilla con cualquier vermut.
Un ambiente que acompaña el momento
El vermut en La Vasca es un pequeño ritual: gente entrando, conversaciones mezclándose y pintxos saliendo de la barra sin parar. Un ambiente alegre, cercano y con ese punto vasco que hace que quedarse “solo un rato” sea prácticamente imposible.
Si vienes en grupo, te recomendamos reservar para asegurar mesa.




